El pasado año, la socióloga sueca Hanna Pettersson hizo de España su campo de estudio sobre el lobo con el ánimo de arrojar luz sobre una problemática tan compleja como extendida por el mundo. Uno de esos escenarios fue los Picos de Europa, donde conoció su realidad de la mano de ganaderos y pastores. Fruto de esa escucha son los resultados presentados ayer en Onís, que reafirman la demanda del propio sector: «Lo más importante para el futuro es hacer una gestión más basada en las condiciones y las necesidades de cada sitio. Para conseguir esa gestión tenemos que trabajar más con la gente que vive en la zona, ellos saben lo que hace falta», explicó.

La investigación de Pettersson, que procede de una familia ganadera de Suecia, forma parte de su doctorado en la Universidad de Leeds, en Reino Unido. Ese trabajo la llevó también a más territorios españoles, como la Sierra de la Culebra, en Zamora, donde la «funciona la coexistencia»; y La Vera, en Cáceres, donde es previsible que regrese el cánido, desaparecido desde los 60 y 70. Realizó un total de 92 entrevistas y, pese a las diferencias de cada territorio, detectó como «problemas comunes» la matorralización, la burocracia «inefectiva», las barreras legislativas, los mercados «injustos», la desconfianza, los estereotipos y la polarización. En ese último aspecto, la socióloga sí percibió que las «actitudes son menos radicales» y se ha reducido el discurso que aboga por exterminar el lobo.

Más información: www.elcomercio.es, Gloria Pomarada

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